Esas decisiones que me quitan el tiempo y me llenan de malos pensamientos, perversos y placenteros. Si creo que mis decisiones son correctas o incorrectas, eso depende de mi psique, que es tan independiente como yo.
Tengo en cuenta el tiempo y sus estragos; cada vez envejesco más. Paso inevitable, paso acelerado que no me deja en paz. Aun así, no dejo de perder el tiempo tomando decisiones que al final me harán reflexionar y me dirán que debo de ser mejor persona.
No hay nada que perder, debo volverlo a intentar, así debe de ser hasta el final.
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