sábado, 6 de junio de 2020

DIARIO DE UNA HORMIGA - PRIMER DÍA

Ya han pasado 6 semanas desde que estoy en mi capullo, he pasado de ser un huevo a una larva y de la larva a una pupa, sé que es el momento, necesito salir.
Pero el estrecho espacio dentro de mi capullo, mantiene mis antenas y patas comprimidas a mi cuerpo. No puedo moverme, no quiero morir.


Ellas,las sombras que veo a través de la fina tela, me ayudan a salir de mi emboltura. 
Al fin puedo espiracular.

Necesito agradecer ese gesto a quien salvó mi vida.
Lo primero que veo, son unas borrosas manchas rojas. 
Con mis patas delanteras, aún entumidas, limpio lentamente mis ojos grabando cada sensación de movimiento por mi cuerpo.

Al fin las veo, son mis camaradas las obreras, esas enormes e inmensas masas coloradas con dos mandíbulas de acero que se mueven al hablar.
Aún sin entender sus murmullos les digo: "Gracias" 

Me doy cuenta que no fue de su agrado, simplemente dan vuelta y se mueven al siguiente capullo. 

Al seguirlas con la mirada, levanto la vista y veo una inmensa cueva profunda, se siente fria y húmeda. Cubierta de pies a cabeza por millones de capullos más.  
Asombrado, termino de limpiar mis antenas y de frente llega una veloz y joven hormiga, escucho su nombre, Lily.

Observo su cara, es simpática, tiene una mancha roja que destaca en su frente, un cuerpo más refinado al de mis camaradas, es de facciones finas y un color más radiante, una no común y hermosa hormiga.  

Bienvenido a la colonia - me dice Lily mientras esboza una sonrisa separando sus mandibulas - perteneces a la guarderia delta, capullo 345 tunel 626 serie 54ZX09, espero tu llegada haya sido cordial y bajo control - nuevamente sonrie-.

Lily - sígueme y te mostraré lo necesario. 

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